miércoles, 12 de agosto de 2020

Caído en el mar

 

                                                C A Í D O    E N   E L   M A R

 

                         De  pronto estoy en el mar, caído en él. Noto el agua que el oleaje mete en mi boca al tragarla sin poderlo evitar y noto que a veces puedo echarla fuera de ella; pero los dos momentos se suceden una y otra vez, sin que esté en mis fuerzas – desgastadas, nerviosas, descontroladas- el impedir lo que está sucediendo.

          Siento miedo y casi terror; sin embargo algo en mi mente no parece preocuparse demasiado por lo que me está ocurriendo  y puede llegar a suceder: mi muerte no es –para él- más que un suceso natural y probablemente cercano… Mi cuerpo, sí trata de sobrevivir; aún con tan escasas fuerzas.  Mi –otro algo de mí mente- ni lucha, ni acepta, ni…

                                                        -----o-----

          …Son sensaciones; que me aterrorizan porque me van invadiendo desde  el otro algo; mostrándome el mar, el oleaje, el vaivén, el color y la profundidad; como nunca los había sentido…, y, todo, lenta e inevitablemente me trae la agonía de la muerte.

          El vaivén de las aguas me hace sentir que me va entregando  todo el tiempo al dejarme hundir y acabar; pero las olas se acercan, golpean, desaparecen… y el miedo, el dolor y la calma –retornando una y otra vez- hacen reaccionar, enfrentarse y perder a mi cuerpo; para que solamente deje de tener la paz de antes y vuelva s sentir la inquietud de la caída…

          Y entonces, cuando el agua penetra en mi boca, ciega mis ojos y me siento hundido en ella; el azul del mar desaparece ennegreciéndose, su sal quema mi garganta y mi cuerpo sumergido unos instantes siente el tirón y la caída hacia el abismo;… pero todavía sigo estando fuera de él; y, lentamente, el mar se calma  y solamente estoy caído en él, sostenido entre dos aguas.

                                                          -----o-----

          Durante un tiempo que trascurre  pero no lo noto transcurrir; otra vez, algo de mí, ve este lugar del mar separado de cualquiera  de sus orillas, horizontado por un cielo tan alejado de las tierras y tan azul y denso como él; y, serenándome con su brisa, su vaivén y su frescor diluído, mientras que ennirvana al alma. Después, vuelve el tiempo, el mar encrespado, mi cuerpo hundido y el resto de mi ser liberado del recuerdo de antes –que fu sólo eso-; y; comienzo a caer, ahora, sin que nada lo evite…

                                            -----o-----

         …Y el alma deja de ser lo que fue en la caída y lo que fue en mi recuerdo; porque ahora la muerte –que está llegando- es una sola sensación, en todo mi ser;  de oscuridad –cada vez más densa- entrando en mí; volviéndome ella, cayendo a través de espacios que horrorizan a lo que aún  sigue sin morir y entrando en una nada que ya no puedo sentir.

 

                                     


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Valoración de los relatos

Seguidores